Fue tu ciclo de
trabajo
y el esfuerzo,
día a día.
Moldeaste en la
nieve
las figuras de
tus hijos,
que has mimado
con suspiros
a la espera del
deshielo,
donde el agua,
liberada,
acaricia
sublimada por tus dedos,
en adioses de
destino
que regaste ¡tanto
tiempo!
Esta lluvia de
palabras,
llena pozos de
recuerdos
de celajes y de
soles…
Veo rosas en el
agua
en remadas
musicales,
en poemas de
memorias
transparentes y
empañadas
de otro
invierno.
Son estelas de
nostalgia
recluidas y sin
llaves...
Ángeles Sánchez
Gandarillas ©
2-IV-2013
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