miércoles, 13 de febrero de 2013

ADOLESCENTE PRIMOGÉNITO Y DIPLOMATURAS



Lleva horas durmiendo en su cunita como un ángel. Temo que mi bebé podría convertirse, al igual que su hermano, en un adolescente que busca apagar sus encendidas protestas en libertades incomprensibles.

Esta mañana discutí, porque no parecía mi hijo, con sus hormonas exaltadas.

- ¡No puedes ver esa película, es para mayores de dieciocho años!

- ¡Me dijiste ayer que estaba muy maduro para mi edad!

- ¡Te digo que no la verás!

- ¡Estás viejo, y además, no sabes ser padre!

Me escalofrió su mirada de odio y hube de dar término a la discusión:

- Pues, tú tampoco sabes ser hijo y nos titulamos el mismo día.



Ángeles Sánchez Gandarillas ©
7-II-2013

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