jueves, 24 de enero de 2013

NIÑO PRODIGIO



Mientras suelto las pastillas en las hierbas altas del río, sonrío. “Ya he tirado el cianuro porque podrían descubrirme al analizar su sangre. Lo haré con las hojas del tejo que son indetectables y además, mamá morirá en silencio. Después del luto, mi padre podrá jugar al mus con sus amigotes hasta la madrugada. Me dará dinero suficiente para que le deje en paz e invitaré a mis amigos a helados; después, iré al cine y veré, tantas veces como quiera, mi película preferida de dibujos animados. Es el plan perfecto. Soy un genio”.


Ángeles Sánchez Gandarillas ©
20-I-2013

No hay comentarios: