Mi mar azul sigue tus pasos y extenderá pronto una canción en el arrullo del crepúsculo y nos trasladará, sin querer, hasta el sueño; una nana acunará nuestro silencio, iluminada por el faro, el que acompaña a los pesqueros que partieron a alta mar y con sus quillas, recortaron ese mar azul marino de la noche sin estrellas...
Escucha en el silencio el chapoteo de las olas cuando besan a la costa, suavemente..., con tus besos a mis besos.
¿Has oído tus silencios interiores?..., dame la mano y advierte la sirena que cercena en oleadas, esa niebla que cubrió el bello mar y el alto cielo...
Escucha como se hunden nuestros cuerpos y se duerme tu cabello, confundido con la arena...
Siente mis besos y mis manos en tus manos; ya se mueve el corazón en la marea mansamente, y se deja atrapar por esa arena, en el deseo de los cuerpos, en el agua que acaricia, en el aire que suspiras y que llena quedamente los pulmones...
Y las pasiones se confunden con los gritos de las gaviotas, delirantes, encendidos, hasta empaparnos de sus arenales...
...
Mi mar azul, que ahora, es nuestro...
Ángeles Sánchez gandarillas ©
4-VIII-2012
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