viernes, 17 de agosto de 2012
HOMBRO.
Al mirar por encima de tu hombro
he notado que la vida se detiene,
y los miedos se me escapan
o el olvido, ya sin nombre,
se ha marchado de mi lado.
Ese abrazo que revive mi presente
y los días, se convierten en un soplo
que sosiega mis lamentos de los mimos añorados.
Me renuevo sin querer y me apasiono,
y se colma mi latir de mil sargazos
que se ciñen a tu amor en mi estuario.
Quiero entonces, de tu amor un gran triunfo,
en la dicha de ocupar cada segundo,
ser la aurora entre tus manos,
o la luna de tu ocaso,
y ser calma en la ternura...
Soy entonces, esa urbe relumbrante
de palacios y vergeles,
con fragancias de un amor desenfrenado.
Soy estrella de los mares y los cielos,
las estelas de bajeles,
y perseidas, y los faros...
En tu hombro han partido mis temores
y, recojo la pasión de cien mil besos;
son volcanes que erupcionan
en caricias inflamantes.
En tu torso, que es mi lecho,
ha yacido mi destino en tus abrazos,
y es quimera y universo
de placeres anhelados...
Ese hombro es mi regazo...
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
12-VIII-2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario