sábado, 28 de julio de 2012

DESDE CIUDAD JUAREZ A LA PATAGONIA.


Por enésima vez, y sin saber porqué, me quedé sin acceso a Internet. Traté de solucionar el asunto repitiendo los pasos que en otras ocasiones me habían indicado técnicos de Movistar: “Desenchufar y volver a enchufar. Apagar y volver a encender el ruter con el botoncito negro que tiene atrás. Introducir un palillo de dientes por un minúsculo y misterioso boquete que también tiene por detrás, y presionar levemente durante quince segundos… ¡Como si me arrascara la barriga!

Naturalmente, llamé al 1002, y una agradable y no muy dulce voz de mujer, me dio la bienvenida. Después me informó de una serie de cosas que a mi no me interesaban para nada, y como una advertencia que yo tampoco necesitaba, me dijo que la conversación podía ser grabada. Después de la larga perorata, me dice que el servicio técnico de Moviestar está feliz de ayudarme, y pide que en pocas palabras le indique el motivo de mi llamada. Usé las menos que pude: “Avería ADSL”, dije escuetamente. Y me respondió una musiquilla que sonó sin parar hasta que otra voz grabada me dio las gracias por esperar, y me aseguró que estaban deseando atenderme. Retornó la musiquilla, y más tarde aquella voz me repitió las gracias. Esta situación se alargó hasta que a la musiquilla le cambié el nombre, y le llamé para mis adentros, “música del coño”.

Entonces una voz que a mi me pareció justamente de Ciudad Juarez, de la mismísima frontera de Méjico con los Estados Unidos, me pidió que le explicara mi problema. Y cuando me escuchó, aquella voz de gringo que yo casi no entendía, me sugirió que hiciera todo lo que ya había hecho yo. Cuando se lo comuniqué, me aseguro que a continuación me pasaba con otro compañero que sería quien me solucionaría el problema. Volvió la música del coño, y las gracias por esperar. Para entonces ya necesité apoyarme sobre la pared donde tengo el teléfono porque me cansaba de estar de pie. El compañero esperado me llamó Don Jesús. Me pidió que explicara de nuevo mi problema, e intentó que hiciera lo que a su anterior colega le asegure que ya había hecho. Me pidió tiempo para hacer unos ajustes, y para que no me aburriera en ese tiempo me tocó las pelotas con la música del coño. Diez minutos más tarde me aseguró que mi problema estaba solucionado, y otra voz grabada me pidió que pulsara el uno si estaba satisfecho de su atención.

Cuando volví a mi ordenador seguía sin acceso a Internet, y de nuevo llamé al 1002. La voz que me respondió no supe si era de Perú o Ecuador.. Y aquí nació un “dondoneo” que no me iba a abandonar, en los quince días restantes: “Dígame, Don Jesús”. “Disculpe Don Jesús”, “Atiéndame por favor, Don Jesús”

Debía yo de andar por Bolivia o Guatemala cuando estallé a causa de la presión que me produjo la música del coño, las gracias repetidas, y tanto Don Jesús.

-¡”Don Cojones”! – Exclamé antes de colgarle el teléfono.

Fueron bien atentos, que me llamaron ellos, esta vez no se si desde Nicaragua o desde Colombia. Me repitieron lo de “Don”, me pidieron que repitiera yo lo que ya les había repetido cien veces, y para que lo pasara bien entre comprobación y comprobación, me pusieron la música del coño. Les contesté que ya no me quedaban ni fuerzas ni humor para repetirles una sola palabra, y que la única solución que le quedaba a mi problema, era buscar otra compañía que me sirviera, y dar orden a mi banco que no pagara mas facturas de Telefónica.

Lo solucionaron ellos enviándome urgentemente un Ruter nuevo. Ultimo modelo, y con dos antenas en lugar de una como tenía el viejo. Un ruter blanco, reluciente y enternecedor. Los llamé en aquel mismo momento para preguntarles cuando vendría el técnico a colocarle. Sonó la música del coño, las gracias por contar con sus servicios, y el Don Jesús de los cojones. A continuación, el de Venezuela me dijo que eso de colocarle, lo tenía que hacer yo del mismo modo que descoloqué el viejo que tuve que entregar a quien me trajo el nuevo. Juré en arameo. Maldije a los aztecas, a los incas, y a los mayas. Después me calmé; le pedí perdón, y le hice saber que yo no le colocaba, y que necesitaba un técnico que lo hiciera, porque si después la cosa no funcionaba, yo no quería responsabilidades.

De El Salvador o Puerto Rico, me aseguraron que me mandaban el técnico. Pero que como era natural, me cobrarían este trabajo. Y aunque sea feo decirlo, y mucho más escribirlo, me cagué en la madre que los parió a todos ellos. ¡Ni un céntimo de peseta! No de euro, sino de peseta, que es ciento sesenta veces menos.

-¡Ché, pive!- Me respondió. Y entonces calculé que andaba por la pampa argentina.

-Pues dile de mi parte a Telefónica Española, que se vaya a marcar un tango, que a mi no me toma más el pelo. Mañana mismo digo en Banesto que no hay más pagos míos a Telefónica. así que ya podéis ir cortándome la comunicación con el mundo.

Ayer me llamó Ángel, un chaval majísimo de Santander que es oriundo de La Hermida, y a su vez es el técnico de Telefónica que atiende esta comarca.

-Mañana voy a colocarte el ruter.

Lo hizo tal como lo dijo. Me funciona todo de puta madre. Pero tengo encima una intriga de la que no me puedo librar. ¿Porqué para conectar con una persona que vive como quien dice al lado de mi casa, he tenido que recorrer de cabo a rabo el continente centro y sudamericano?

Jesús González ©
Julio 2012

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Así, que la coñe música ¿eh?. Técnicos, interlocutores y demas cables, jejejjejjeeje...
Qué sepas que es mal común. Entiendo poco porqué tienen que gastar tontamente no se cuanto en llamadas para terminar por enviar al técnico, un gasto a lo tonto de...paciencia y la posibilidad de perder clientes...
Mí, no entender, mí, parecer que se trata de diferentes tribus, los Arapahjoé te hago esperar, los Yakes-tamos le ofrecemos llamadas baratas y Siux-te quisiera podría colocarlo Vd....,Sin ogfender a los compatriotas al teléfono, que siempre amenazan con grabar lo que dices...
En fin, una serie de incompetencias que claman al cielo que nos hace a todos hijos de la... misma nación
Nos vemos Fermosura...

Anónimo dijo...

Que bueno,Jesús ya te comenté que a mí me sucedió lo mismo con otra compañía y yo también recorrí todo el sur de América con sus interminables DONDONEOS , jajaja...
Ana

Anónimo dijo...

Si nos ponemos a comparar creo, amigo Jesús, que te quedas bastante atrás. No, no es que no sean buenas tus palabras si no que me parece un beso de ángel comparado con lo que ocurre y no se publica. Solamente te diré que hoy, por ENÉSIMA VEZ me he cagado en todas las pateras que trajeron a nuestra tierra a estos malditos hijos de....."x" que solamente hacen que joder la imagen de empresas españolas como Movistar. Llevo unas 25 a 30 llamadas a esta compañía y ya pido directamente hablar con el departamento de catalán que.............hacen lo mismo. Me cobraron algo más de 200 euros de más (lo tengo reconocido por escrito) y, después de más de 3 meses aun estoy esperando que me abonen esa cantidad y no una parte solamente ya que dicen que era de una factura pendiente que yo tenía en un lugar donde no vivo, con un número de teléfono que jamás he tenido ni solicitado y aunque me dicen que sí , siguen igual después de enviar infinidad de documentación (certificado de convivencia por la policía, DNI, etc,etc) el dinero sigue sin venir y ellos siguen riéndose de mí. Mañana escribiré directamente al Ministerio de Telecmunicaciones y de paso llamaré a los jodidos que me hicieron esta putada para volverme a cagar en sus familiares y todos sus ancestros.
Un saludo