miércoles, 20 de junio de 2012
INFANCIA
Había chopos y palmeras
y hasta arbustos aún, con flores.
La inmensa mar azul,
tan grande como el cielo.
Y olía al frescor de la alegría,
al calor de los juegos,
a las naranjas de las meriendas
y olía a la lavanda de los padres.
Olía a la hierba de las tardes de verano,
y a las rosas rojas de las vacaciones,
olía también, al salitre del amor
que lo inundaba todo...
Olía a agua de lluvia y a la tierra mojada
convertida en el barro pegajoso de los grandes amigos,
o, a las fresas de jugar a las canicas
y olía al beso de las manzanas maduras...
Olía a las margaritas
del correr de los cachorros
y olía al queso de los pies cansados...
había una fuente muy grande
que olía al abrazo de los abuelos.
Olía bien y le gustaba
aquel parque de la infancia.
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
18-VI-2012
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