sábado, 30 de junio de 2012

ILUSIÓN.


Si se vendiera la ilusión, habría un comercio cada centímetro y en sus escaparates, etiquetado con las palabras de amor, salud, trabajo, aficiones, humor, o en paquetes de cinco a precio de uno y disfrutarlo sin caducidad, sin prueba, sin envase; sí, eso es la ilusión, pues, con ella, se relegarían sufrimientos, se dejaría atrás el arrepentimiento de lo que debiera haber dicho o hecho, porque así está y así es, conseguiría la enseñanza de la profesora-vida, y conseguiría cruzar pequeñas metas en el día a día.

Valoraba cuando un amigo le mostraba ilusionado el final de un proyecto, cuando acariciaba la piel sedosa de un hijo, le cantaban una nana con la ternura de las nubes de algodón o, cuando bebió el agua fresca en la fuente, que la necesitaba en aquel día desértico y agobiante y consideró que era el oasis que le salvaba la vida...

La ilusión es quien nos empuja hacia delante con una sonrisa radiante e irrepetible... 

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
30-VI-2012

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si señora, Viva la ilusión! Y Angelines que lo escribió.