viernes, 23 de marzo de 2012

ESCRIBIR.


Ayer tarde vi a Flor que salía del Ayuntamiento, y me preguntó que qué me pasaba, que estaba escribiendo muy poco. Y a mi se me hace que escribo como siempre.

-Pues no, como siempre no. Esta mañana estuve hablando con Foncho, y él también lo dijo. Que sólo habías escrito lo de Ibiza.

Lo de Ibiza y lo de Formentera. Y también escribí el tema obligado del Taller de Escritura. ¿Es eso poco en diez días? Hombre, la verdad es que nada de lo que escribí fue demasiado largo, porque tampoco merecía mucho la pena. Además, que estaba de vacaciones, y tenía que conocer la isla. ¿U os pensabais que fui allí a otra cosa? Pues no señor, si fui a Ibiza para conocerla.

Claro que podía haber escrito sobre cualquier otra cosa. Pero ya ves, eso no se me ocurrió. ¿Sabes una cosa, Flor? Me metiste en un lío con lo que me dijiste. Ahora pienso que a lo peor me empieza a patinar la máquina de pensar, y no se me ocurren cosas para dar la paliza a quien quiera leerlas. Pues digo yo que con los años igual que fallan las piernas para andar, puede fallar la mollera para pensar. Porque a mis años, las piernas se ponen tontas y rebeldes. Sí, rebeldes. Que dicen que no te llevan, y como lo digan, siempre terminas dándoles la razón. Y te tienes que parar un rato sin saber por qué te paras. No es que duelan, ni que se cansen. Es eso que dicen todos los viejos, “que las piernas no te llevan”.

Si a la cabeza le pasa lo mismo ¡la jodimos! Si empieza a decir que no le da la gana pensar, ¡la hicimos buena! Y las cabezas son muy necias; te lo digo yo. Las hay que se negaron a pensar el mismo día que nacieron, y se murieron de viejas sin estrenar las neuronas.

Otras piensan toda la vida en lo que no debían pensar nunca. Y otras nunca piensan en lo que debían de pensar, que viene a ser lo mismo, pero dicho al revés. Las hay prepotentes. Tanto, que siempre creen que lo que ellas piensan es la pura verdad. Y hay cabezas que piensan que las cabezas de otros no saben pensar. O que si saben, pero que piensan mal.

Y como siempre vemos la paja en el ojo ajeno y no vemos la viga en el nuestro, hay cabezas que piensan que las genialidades de otras cabezas son tonterías, y que sus propias tonterías son genialidades…

¿Lo ves? Otra tontería más que acabo de escribir, y a mi se me hace que dejo dicha otra genialidad. Decididamente, la cabeza me patina, Flor. Tendré que ir al siquiatra a ver si esto lleva solución, para no seguir escribiendo tanta tontería.

Jesús González González ©
23/03/12

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues vale..., de acuerdo "fermosura".
Ahora digo: ¿por qué escriben tan poco los demás, eh, por qué?, ¿quizá porque lo que escriben son genialidades y los que escriben-imos más se equivocan-amos mucho?
Hay, no sé, no sé...
Abrazo. Lns

Flor dijo...

Querido Jesús,ya quisiera yo que me patinara la cabeza como a ti,ves solo hace falta empujarte y ahi salen tus geniales palabras,de ir al psiquíatra nada,tú consigues que los demas no vayamos con tu manera de escribir y alegrarnos la vida.
Lo dicho sigue escribiendo lo que se te ocurra,nos sentimos felices leyendo tus escritos,besitos.