ENREDADERAS.

Interesante oír, interesante aprender,
interesante...


La poesía de la Hora Bruja, me hizo llorar
porque escuchaba esos sones.
Es tremendo la exaltación que produce
lo uno con lo otro.
Es un arma arrojadiza al alma,
una ametralladora al lagrimal a tanto,
que las lágrimas caen como cartuchos vacíos,
sin carga, lejos, rebotantes, solos,
sin efecto, sin nada...
Vacian y logran encender los brillos del alba,
la opción de la vida sin un horizonte,
de lejos sin nada,
lejano y en distancia del alma.
No hay nada, sólo el aire que suena a alborada...


La música que suena ahora me transporta
a un lugar de bosques y ríos, sin fin,
cauces de cielos, de nubes, de sensaciones,
meandros imposibles, retornos corriente arriba,
nublados que desesperan los encuentros,
las vidas que se encienden en las hogueras del bosque,
allí en lo oscuro del lamento,
en la ciudad del hombre de la casa que arde,
que se abre, que se muere....


¿Dónde estará esa casa que guarda la corriente del río
con la presa que cerró un mundo?,
ese mundo que quedó remansado en un pozo que se pudre,
que se llena de telarañas entretejidas de deseos,
imposibles...


¿Qué fue del río?,
¿qué fue de su sonido palpitante,
del amor a la ribera,
de los juncos que bailaban como vellos erizados,
cual melenas, por los vientos?,
y se fueron...


Yo los busco en la entretela de las cuevas,
en profundos abisales,
en la cienaga que huele,
en los vuelos de murcielagos nocturnos,
y los busco entre los fríos de corrientes
que se mueven,
en las telas transparentes,
que se llenan de rocios y que pesan
como muertos en tinieblas,
y los busco entre las rocas, sus aristas,
en los suaves roquedales,
en lo oscuro de las almas,
en lugares muy profundos y tan lejos
que no alcanza mi mirada,
y en lo blanco y en lo negro,
en las bases de las simas,
en los posos de las aguas,
en los lagos que refrescan y alimentan
"mis ciudades del olvido",
y en los mares y horizontes de mis males
y también en mis escritos...


Y los llantos que se mueren cuando salen,
porque mueren cuando nacen,
y liberan y renuevan cuanto saben...


Ángeles Sánchez Gandarillas ©
09/11/11