"... De todas formas mi silencio
se rompe con una llamada, de unos suaves nudillos,
rozando en mi ventana a los cristales.
Siempre se encenderá la luz
y acudiré a dar las buenas noches..."
R.S.O.
Pero, entonces el silencio
se rompería si llaman
con los nudillos tan suaves
en cristaleras cerradas.
Se encenderían las luces
y se abrirían ventanas,
se encontrarían afectos,
se mirarían al alba.
Conseguirían del cielo
a Venus, que siempre ama,
la luna resplandeciente,
y que el tiempo se parara.
Conseguirían entonces
renacer a la esperanza,
a las verdades, al beso,
al corazón y a la calma...
Sería el mejor de los besos
y caricias mejoradas,
de ilusiones a los hechos,
de fantasías sin lacra.
¿Y me dices si me atrevo?,
¿qué de la idea copiara?
Quizá ni sepas amigo
que es mi corazón quien traza
anhelos entretenido;
ni siquiera lo soñabas,
ni de que mis pensamientos,
en odas se me arrebatan.
Sonrío cuando me retas
en los versos que declamas.
Sonrío cuando te centras
y sonrío desde el alma.
En los versos que he escrito,
me hacen sonreír las faltas,
de los ritmos y medidas,
sinalefas y palabras.
No pude evitar el reto
de intentar una romanza,
pero, como todo ignoro,
debe de haber una octava.
Un saludo y buenas noches
desde mi hermosa ventana,
desde los grandes cristales
a los que mis sueños... llaman.
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
17-X-2011
2 comentarios:
Decía Selmo, "esto es la ontia, pápa"
¿Autómata...?, haces de una frasecita un relato corto, ¿te habías dado cuenta? Lns.
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