APROVECHADO.

-“...te envolveré y te subiré junto mí, muy alto.

-Pero si te alejas, casi no te veré; no podré alcanzarte, te elevas tanto...

-Estoy..., quizá ni estoy; quisiera ser una nube. ¡Oh, mi cabeza da vueltas!

-Estate tranquilo, estaré contigo, fíjate, seré la brasa que te abrigue y te acompañe.

-Pero, si siempre te esfumas por encima de mí, muy lejos.

Se dieron la mano acompañándose del fuego, prepararon los equipajes y se abrazaron en aquel viaje maravilloso.

-Veo la fogata de tu corazón y el mío está a 180 pulsaciones por minuto.

Se sobrecogió cuando superaron la cumbre del Everest, estaba borrosa.

"Tengo nauseas. Cada vez se alejaban más del suelo y uno de otro, cuanto más cerca del cielo, más se diluía aquel amor en el aire. El amor crecía tanto que los apartaba, cuanto más alto, más remoto, más... Me pican los ojos”.

-Despierta, despierta...

-¿Hummm...?, ¡qué dolor tengo en la cara, debe ser el frío de las cumbres!

-Te quedaste dormido y el viento trajo la humareda de la fogata hacia ti. He tenido que sacudirte de lo lindo para que respiraras.

-¿Cuánto humo tragarías?, casi no podías respirar. ¿Cuándo hace que la encendiste?

-No sé, antes... ¿Qué hora es?, recuerdo que habíamos quedado en calentar agua para el café. No sé si me mareo por el humo o por las bofetadas que me diste, ¿te vengaste eh?

-¡uf, de eso hace dos horas!, casi terminé de colocar el cordaje para subir mañana a la ferrata.

-Tengo la boca seca, siento frío y el corazón encogido como si me hubiera dejado mi primera novia. ¿Sabes una cosa?, si alguna vez volviera a enamorarme así, es posible que volara.

-¡Anda, anda, no digas sandeces!, yo creo que desvarías todavía. Pusiste en el fuego los restos del trapo con el que limpiamos el motor y mira el resultado. No me extraña que deliraras.

-Eres incorregible, siempre aprovechándolo todo.

Ángeles Sánchez Gandarillas ©

27-IX-2011