martes, 2 de agosto de 2011

LOS PERIÓDICOS.


Pues la verdad es que no suelo leerlos. De vez en cuando les doy un vistazo en la sede social de Caja Cantabria, (o como se llame ahora que se fusionó con otras,) o en la cafetería El Rey, donde mi paisana Asun. Tengo unos buenos amigos que se escandalizan de que no los lea. Reconozco que no estoy al día de lo que sucede en el mundo, aunque si la cosa es muy gorda siempre acabo enterándome. Entre eso, y que no sea un entusiasta de los deportes, me deben de ver como a un bicho raro. Bueno, un poco raros somos todos, lo que ocurre es que cuando no coincidimos en las rarezas, siempre nos llaman la atención las del vecino. Yo en esto de los deportes, y especialmente en lo tocante al futbol coincido bastante con el viejo aquél de Labarces que no era capaz de comprender como veintidós personas dándole patadas a un “vejigo” , pudieran volver locas a tantísimas gentes de este mundo.

Hombre, leo algunas cosas. Pero soy tan raro que suelen ser las cosas que lee poca gente. Porque de deportes… qué quieres que te diga: Me gusta que ganen los de casa, pero nada más. Si pierden, pienso que tuvieron mala suerte o que los otros eran mejores, que suele ser lo más normal. De política… ¡Ay, Dios, de política! Zapatero dice que lo está haciendo lo mejor que puede. No dice que lo está haciendo lo mejor que sabe, porque al día siguiente tiene que decir que va a poner en marcha un plan mejor. Un plan mejor para qué? Para mejorar la situación, o para acabar de hundirla? Y Rajoy responde que “Zapa” es el peor dirigente que parió madre… ¡Pero si estas mismas cosas las decían el mes pasado cuando eché otro vistazo al periódico! ¡Y hace dos años habían dicho lo mismo! ¿Para que coño quiero yo leer los periódicos si me los sé de memoria?
Con las cuestiones internacionales me pasa algo parecido: ¿Creo lo que dice El Mundo, o lo que dice El País? Oye, que la verdad es solo una, y estas informaciones no coinciden. ¿Leer los dos periódicos y luego quedarme en el medio? Pues mira, quedarme en el medio es lo que yo hago siempre, y me ahorro el trabajo de la lectura. Porque estoy convencido que no es verdad todo lo que cuenta el uno, ni mentira todo lo que dice el otro. No ves que ya lo dijo Campoamor hace muchos años: “En este mundo traidor nada es verdad ni es mentira….?”

Las pocas veces que leo algo de economía, además de que no entiendo nada de finanzas, lo que leo me pone los pelos de punta, pues entre lo que cuentan, y lo que dicen que callan, veo que vamos a la bancarrota. Los que leen estas cosas todos los días deben tener los pelos como escarpias. O están tan acostumbrados, que ya no les afecta, y entonces se quedan tan tranquilos; como estoy yo, sin necesidad de haberlo leído.

Para saber que la cosa anda mal, no se necesita leer periódicos, pues hace tiempo que tal situación dejó de ser noticia. Lo que sí sería noticia, y yo leería con gusto, es que la economía del mundo estaba tan boyante, que como no sabían que hacer con el dinero, estaban pensando ayudar a los países subdesarrollados. Claro, para esto tenían que saber los mandatarios de los grandes países que hay gente que se está muriendo de hambre, y según parece a esos señores les ocurre lo que a mi, que tampoco leen los periódicos…

El otro día fui a Santander, que hacía la tira de tiempo que no iba, y subí andando desde el Paseo de Pereda hasta Cuatro Caminos. Yo ando despacio, porque aunque quiera correr, no puedo, me fatigo. Y tampoco andar deprisa, que me sofoco. Pues os diré que no vi más que sucursales de bancos, y supuse que eran “para dar más facilidades” a los que tenían hipotecas. ¡Si, por los cullons! Como setas han nacido por un lado y por otro, letreros de un color amarillo chillón con unas letras grandes y negras como catafalcos diciendo que SE COMPRA ORO; y ya de una forma más suave aclaran que se compra con “discreción”, para que el pobre desgraciado que tenga que dar la alianza de su boda, no se sienta avergonzado ante el mundo de cambiarla por un plato de lentejas. ¡Como buitres! ¡Ávidos, como carroñeros a por los despojos del caído!

Y luego, ¡ la cantidad de pobres pidiendo! Os juro que nunca vi en las calles de Santander tanta gente sentada en el suelo y con la mano extendida. La mayoría extranjeros, y yo me pregunté: Pero es que eso no lo pueden hacer en su país? Supongo que cada uno es una historia con su drama incorporado, pero como alguien dijo que la caridad bien entendida empieza por uno mismo, pensé si hay muchos españoles necesitados, porqué no empezar por ellos las ayudas?

Bueno, yo pienso así, y a lo peor estoy equivocado, como no cotejo mi modo de ver las cosas con lo que opinan los periódicos, pues vete tu a saber...

J. González González ©

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Filosofía, pura filosofía Jesús. Lo curioso de esta lectura del "estudio de la vida" es agradable, simpática, entretenida y entendible.
Al final, es cierto lo que dices, las noticias, las mismas; los telediarios, ciclícos; las lides políticas, repiten como la morcilla de año; etc. Dice el dibujante Quino, por medio de sus tiras cómicas de Mafalda, año 1964, una sentencia que me encantó: "La mitad de lo que dicen, es incierto y la otra mitad, se la inventan"
Me encanta tu independencia. Lines

Algeciras al minuto dijo...

Gracias por la información, es muy interesante