VACACIONES

Una forma de desconectar de la vida diaria. Se siente uno

diferente, transportado de

golpe y porrazo a otro mundo. Tan solo descansar.



Es relativo, porque al final busco la forma de activar mi energía

física y de rebote la

otra. Organizas excursiones, paseos, visitas museos, respirar con

fuerza para ver si esta vez

distingo el olor marino que noté al llegar…



En la cuarta jornada, ignoraba el nombre del día de la semana. Llamé a

una de mis

amigas y le conté mi preocupación, estaba envejeciendo y en el diario

vivir no me había dado

cuenta.



Me tranquilizó diciendo que eso era “desconectar”.



Ahora a los despistes morrocotudos se les llama así.



En fin, (suspiro), se está bien en esta hamaca viendo

hacer unas grandes estatuas

de arena, imita a Goya…



Es fabuloso ocupar el tiempo de otra manera.


Ángeles Sánchez gandarillas ©
San Vte. de la Barquera
Febrero de 2010