Una vez sentí ese movimiento bajo los pies. La sensación
fue tremenda, impotencia
y miedo se juntaron. Se hicieron una trenza que se aferraba a mi cuello,
se secó mi boca y
agarrarme fue inútil.
Vi moverse con angustia la lámpara; desde entonces considero el tamaño
por si cae
sobre alguien para no dañarlo. Cuantas cosas que se piensan en ese
momento.
Primero intentas ubicarte y saber si estás despierto, después
quisieras mantener el
equilibrio y buscas a los tuyos para sacarlos de la vivienda, valoras
rápido la vida, eliminas
de pronto lo material, enciendes en tu corazón el cariño quizá
olvidado a personas alejadas.
¡Dioses, que miedo tengo!
Definirlo como el efecto de una caída, te derrumbas y parece un abismo
a
donde vas sin remedio, en cámara lenta, sin saber el resultado.
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
San Vte. de la Barquera
Febrero 2010
3 comentarios:
me desperte sobresaltada,la cama se habia movido,una sensacion de angustia y mi corazon sobrecogido, a la mañana siguiente ,cuando escuche las noticias,me di cuenta que no era un sueño y que lo habia sentido.
esa sensacion extraña que me habia despertado y que lo habia habia sentido no era un sueño imaginado.
Hay terremotos mentales que dstruyen
la calma dejando la inquietud a cuestas..
abrazos
Blue
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