Esta nueva visita, como era de esperar fue diferente a todas los demás mantenidas hasta ahora, con lo que el aburrimiento es difícil, siempre sorprenden y siempre son heterogéneas.
Nos lo presenta Salcines con una somera biografía. Dice que es un hombre que lee con apelativos tales como “omnívoro”, por supuesto con afectos literarios. Otra definición remarcada fue la de “Culto”, con gran fluidez y corrección en el lenguaje castellano, pero dando naturalidad y facilidad al lector, llegando con sencillez. Prosista exquisito y cuidadoso. Casi con estas palabras cuesta trasladar más calificaciones del escritor que hoy nos hizo disfrutar con sus lecturas y dos relatos que nos entregaron al entrar en el salón.
Nacido en León, lleva una gran parte de su vida en Cantabria, nos hace notar que en esa provincia hay nacidos muchos y buenos escritores, de todos los tiempos, quizá sabemos poco de ellos pues partieron a otros lugares de España.
Una vez sentado el autor, persona de estatura considerable, física y literariamente, propone leer algunos de sus cuentos pues son los que más se han editado. A pesar de que ha escrito 8 novelas, tan solo nacieron a la luz impresa tres. Los libros de cuentos publicados ascienden a 6, por ello la elección, piensa que tendrá una razón de ser, pues captan el interés del lector.
Antes de empezar advierte que no es locutor ni actor, por lo que su forma de lectura nos pueda desencantar.
Palabra que el resultado fue agradable y entretenido, era difícil dejar la atención en ese relato, sus palabras se desgranaban y dejaban a la espera las siguientes, desde una historia que se entrelazaba con la siguiente, aún siendo diferentes relatos. Casi se podían definir como un tanto grises, pero al finalizarlas dejaban una agradable sensación, como un regusto placentero. Otros relatos cortos son lo justo para saborearlos, te dejan las emociones que el quiere demostrar, miedo, culpa, juventud, soledad, sensualidad, quizá un toque de aprendizaje.
Es cierto que a pesar de que su lectura, con respetados silencios, era amena, la misma, es más apreciable cuando se lee por uno mismo. Es fácil identificarse con sus personajes, hasta el punto de que al cerrar el libro finiquitado, has de espabilar tu propio yo, para retomar de nuevo cuerpo y realidad.
Eso estuvo claro cuando él leía sus temas, sus manos inquietas lo demostraban, a pesar de ser el autor, daba la sensación de estar disfrutando como si no las conociera.
Agradables lecturas en el silencio de nuestro rincón preferido o como en esta ocasión, escuchándolas de su voz de pulcro y claro castellano.
Otro descubrimiento de un escritor con premios a su calidad, a pesar de que en uno de los escritos, decía del protagonista de uno de sus relatos “Perdedores”, -le castigaron con un premio literario-, hace vivir dentro de las letras impresas otras vidas o experiencias, algo que todos quisiéramos conseguir.
Un señor que mantuvo la sonrisa constante, desde un aspecto serio pero con un toque de cordialidad.
De León o de Cantabria, Enrique Álvarez “Escritor” con todas sus letras.
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
San Vte. de la Barquera
28 de abril de 2010
1 comentario:
Bien por esas visitas, por esas personas que dejan su conocimiento, creatividad, y la sonrisa prendida en quienes le escuchan, ademas, que nos permiten disfrutar de tus escritos, tan bien plasmados.
mas abrazos...
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