martes, 28 de julio de 2009

LO HE PENSADO MEJOR

Si lo he pensado mejor después de leer unos versos de una poesía titulada, ”Escribir si me gusta, lo confieso”.



"A que vengan tus letras al cuaderno,
en la prosa valiente, sin reparo,
y no temas la crítica de nadie
ni tampoco ese juicio de los labios".




Estuve todo el día reflexionando Uve. Esta mañana, en la celebración en mi pueblo natal, de la festividad "La Magdalena", (por cierto, sentí como si te hubiera visto y fue en más de una ocasión, pienso que eso del sexto sentido, la intuición podría darse en mí), conversé con alguien respecto a la intimidad. Escribo normalmente con una parte de misma. Pues yo aclaro una de las personas, pretendo estar siempre fuera de lo que siento, de lo que soy e incluso de donde habito. La tercera opinión se quedó un poco dudando, pues yo… dijo el tercer personaje y quedó en el aire.

La verdad que es una situación peliaguda, si escribes evitando poner nada de ti, es un sobreesfuerzo, siempre has de estar pendiente, al menos a mí me costaría, aunque supongo que es un método como otro cualquiera de escribir, es una forma neutra, incluso podría ser más liviana de lo que estaba meditando hace tres renglones.

Poner algo de uno mismo en las narraciones, siempre me pareció como más normal en la poesía, también en la prosa por supuesto. Esta categoría por llamarla así, es algo terapéutica, una vez que te sueltas con los primeros escritos, después fluye y descarga de tu alma, todos los sentimientos buenos e incluso menos agradables.

En la parte que no habló, quedó palpable la mezcla de ambos razonamientos, esta sería una mezcla de ambas, pero se le añadiría un porcentaje de fantasía, siempre facilita los relatos pues tendría al menos tres salidas para conseguir algo interesante.

Por algunos libros leídos, he creído ver estas formas de escritura y por supuesto otras que tanto en prosa como en verso, son pura fantasía o imaginación, además todas las definiciones ya regladas con las que se rige la literatura.

Pues bien, mientras maduraba la situación en la que yo escribía, meditaba seriamente que quizá en alguna de ellas puse al descubierto algún sentimiento y en futuros artículos, asumía la firme decisión de mantenerlos solamente para mí, o tendría que estudiar cada panfleto y rescatar todo lo mío de ellos, aunque era cuestión de emplear neutralidad y fantasía.

Lo tenía claro, hoy ya dejaría de escribir a golpe de corazón y en menor cantidad; alguien me ha dicho más de una vez, “Eres esclavo de lo que dices y dueño de lo que callas”.

A lo peor quedaban como textos sin personalidad, fríos o quizá como alguno de mis compañeros, reflejando tan solo aquello que no comprometa nuestra intimidad, creo que pocas personas pueden conseguir algo así, hay que desdoblarse y eso requiere mucha inteligencia, yo no la poseo. Así que el temor de desnudarme ante los demás era palpable dentro de mí; consideré dejar todo atrás, tampoco se perdía tanto y hay personas mucho más dotadas. Al desplegar algunas de las cosillas del blog, surgió un enlace, enredando y curioseando encontré el poema.

Puedo considerar mi decisión e ir almacenando todo lo que escribo, como hice ya hace muchos años, me serviría de igual manera, aunque verlos colgados en nuestro blog me gusta, mantener comunicación con mis compañeros, escuchar sus opiniones y ¡porque no!, esa especie de amistad entre nuestro anónim@ crític@ y ya amig@, nuestras charlas y enseñanzas del Taller, decido quedarme como estoy, me desnudo yo y es innecesario que lo haga nadie, es mi decisión.

Uve, estoy encantada conmigo misma porque decido y los demás sólo son testigos de la vida que yo les expongo, mi realidad la desconozco hasta yo misma. Un abrazo intuitivo.

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
26 de julio.

1 comentario:

Flor dijo...

Lines la mejor terapia para soltar nuestros agobios es escribir,y ademas con ello no hacemos daño a nadie y tenemos el privilegio de expresar nuestros sentimientos,asi que no se te ocurra dejar nunca de escribir,nos haces falta,besitos.