viernes, 15 de febrero de 2013

GEMA, EN POESÍA



(Para Gema Rebolledo Bolado, poeta).


Te oí hablar en el aire mismo
en la hora que media el cielo,
en la oda que pisaba firme,
conmigo.
Sí, eran versos que quebraban la realidad
convirtiendo la flor en esencia misma,
su aroma en sensualidad infinita
y la tierra donde se aloja, en un sueño realizado.

Eras, eres ojos brillantes que nadan entre salinas aguas,
que apenas en una emoción, zozobran en musgo,
y son eternamente salvados por el mejor amigo;
sientes en una voz que alineas las estrellas que llevas en los
bolsillos,
que acuna,
que ama,
que transporta el sentimiento a donde tú le quieras guiar...

Estás pura tras la hoja que cubrió el poema en líneas de moras
maduras,
allí, donde el alba quiso ser nombrado
y el estrellado cielo desparramó su brillo,
intenso,
y dejó esa luz titilante en tus manos que aletean abiertas
exponiendo ese corazón que comparte palpitos y rebosa vida.
Energía.
Plena.
Toda.

Estaba contigo y me uní en el abrazo de poemas,
inacabables,
intemporales,
que comenzaron en el Paraíso
y ahora, duermen en tus manos de alas de mariposa.

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
14-II-2013

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