NADA

Conseguí de ti la risa que embellece
cada noche
donde el cielo se ha llenado de adarajas,
y creí que en ese gesto
renacían bellas lunas,
porque era necesario recordarte que el mundo existe
y que en él, eres la reina de azabache.

La ternura que guardabas tras espejos
y ventanas
te hizo abrir los imposibles,
y al presente, es centinela de tu alma,
en recuerdo a unos labios, que desnudos,
elevaron sensaciones por tu espalda;
¡eras vida en otra vida...!

Mas, no temas,
no eres piedra sino el agua
que refleja el universo
y recoge cada gota de las nubes
hoy, es cierto, muy nublado,
pero sigues siendo río
y también, samaritana.

Nada temas,
eres fuerte como el roble y la montaña,
eres viento en el suspiro,
eres río que se aúna con los mares
y que baña de ilusiones tus sonrisas.
No hay rencores, ni vacío ni tormento;
yo lo sé, no queda... ¡nada!

Ángeles Sánchez Gandarillas ©
14-I-2012