martes, 8 de enero de 2013
DESVARÍO Y POESÍA
Los poemas han vestido las palabras
de jazmines y colores,
y realzan cada instante:
Es pasión que se desborda
de ilusión tornada en mares,
que arremansa la ternura
en cada ola;
es amar un poco más en cada verso
y trovar lo inexplicable
de las noches estrelladas.
Poesía es lo que escriben
las miradas
que volaron a la bóveda celeste
y rozaron infinitos,
con los besos, tan ardientes,
reduciendo en ese fuego,
todo el Cosmos a cenizas,
que apagaron suaves manos
de caricia a escalofrío.
Los poemas han vestido
cada estrofa como galas
con las flores de encendidas
primaveras,
en el rojo pasional de cada fruto,
al morar eternamente
con la sierpe y la manzana
y sentirse el Paraíso,
condenado a los infiernos,
por hacer pasión y sexo en cada roce.
Poesía es cuando yaces
en el lecho congelado
al llegar la despedida,
o llenarse con otoños
de hojas secas
por el viento enfurecido de la espera,
o ser curso de los ríos
al reflejo de la luna
acunada en agua inquieta
que hipnotiza, o una roca,
siempre inerte y solitaria.
¡Es la espera...!
Poesía es la plegaria
donde el alma se convierte
a oraciones y milagros,
por amar y ser amante,
olvidando
que hubo aromas en las rosas y en jardines,
solamente piel y néctar
que teñían los salitres
y el aroma de los bosques...
Poesía es la estrofa
donde siente el sentimiento
no caduco y es eterno,
envidiado por los soles
que iluminan las caricias
y el rumor de aquellos besos
que ocultaron las rompientes,
los ciclones y el silencio...
¡Sin el otro, nada había...!
Ángeles Sánchez Gandarillas ©
7-I-2012
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