viernes, 31 de agosto de 2012

GENIALIDADES


Quien mucho habla, mucho hierra. En boca cerrada no entran moscas. No hay mejor palabra, que la que está por decir. Antes de hablar, asegúrate de lo que vas a decir. Antes de responder, cuenta hasta tres…

Apliquémonos el cuento a la hora de escribir, porque lo escrito se lee, y después no podemos decir,“yo no dije eso”.


Que no. Que es imposible. Que genialidades no se pueden decir todos los días. Ni siquiera todas las semanas. Ni todos los meses. Y si me apuran un poco diré que ni todos los años.


Genialidad, lo que es genialidad, a mi no se me ha ocurrido ninguna en toda mi vida. Las genialidades son esas expresiones, esos pensamientos que sientan cátedra, que se convierten en frases hechas, y que cuando echamos mano de ellas solemos decir, “según dijo fulano…”

Por eso, por falta de ingenio, por ser poco creativos, es por lo que se suelen quemar los personajes populares. Los cómicos de televisión por ejemplo, dejan de interesarnos por muy buenos que sean, en cuanto comienzan a repetir sus skeths.


Necesitan cosas nuevas cada día, y algo de éxito que sea diario, es imposible.


Por ello es muy fácil que cuando escribimos podamos llegar aburrir a nuestro lector. Y si le aburrimos, ¡la jodimos! El lector es un cliente, y los clientes dejan de serlo en cuanto les fallamos en la calidad de la mercancía a ofrecer.


Hay que ser modestos. Reconocer que no somos más que lo que somos. Que lo que mío de hoy es sin duda mucho peor que lo tuyo de mañana. Hacer lo que hacemos sin pensar en lo genial. Que la genialidad, aunque existe, está lejos de nosotros.


Pero tú que nos lees, tú, amigo lector de “Susurros”, no te canses. Lee las cosas sencillas que te ofrecemos. Puede que algún día, cuando menos te lo esperes, digas a tus amigos: “Leer este relato del Taller de Escritura de San Vicente, que merece la pena.” Y nosotros con eso, tendríamos más que suficiente.


Jesús González ©

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Y tanto que sí!, tienes mucha razón.
En ocasiones me siento pordiosera de un lector o lectora; sí, me posiciono a la puerta de los comentarios del bloger, con un platito de marcapáginas con las direcciones de los blogs, pidiendo la limosna de unos ojos que me-nos lean y, que comenten algo, ¡por caridad! porque... "estoy, estámos a la cuarta pregunta", que es: ¿alguien nos leerá...?
A-brazo-partido, "fermosura". Lines

Anónimo dijo...

Genial eres tu,como persona,como compañero y como escritor.

Anónimo dijo...

No me digas eso, que me lo voy a creer