sábado, 14 de agosto de 2010

TRES SUEÑOS

Tres sueños que fueron en principio,
ansias y ambiciones maternales,
quimeras, pensaba en mis entrañas,
nacieron de mi, sin novedades.

Todos los embarazos son delirio
miedos, impaciencias, veleidades.
Apenas maduraron allá adentro y
nacieron, -ventajas de mis males-,

Vinieron perfectas a este mundo
robustas, templadas, tres beldades.
Proyectos en mapas de unas vidas,
caminos, que afloran estelares.

Al final, pasaron esos años,
ahora son hechos, realidades,
personas de pronto, ya crecidas
saliendo al futuro inexcusable.

Regresan a veces a la casa
llenando y vivido, emocionante,
colmando lugares con maletas,
causando regaños paternales.

Las pillo mirándose traviesas,
distingo sus risas imparables.
Son bromas que buscan la sonrisa,
ratos de mi vida relevantes.

Deciden que será día de pesca,
preparan aparejos, sedales,
anzuelos, señuelos, viradores,
fruta embolsada, ¡hasta palangres!

Citadas con su primo en la mañana,
retoman el deporte en pleamares,
pretenden pescar miles de cenas.
Pescaron uno sólo en la tarde.

Se sienten ufanos con la pesca,
Reparten a diario para un padre,
orgullo en sencillos pescadores,
que ocupan su tiempo en los canales.

Llegados a casa tan hambrientos,
con bocas resecas, suciedades,
parecen que vienen todos juntos,
naufragados de lejanos mares.

Están rojitos como cámbaros,
deliran lo sé, por insolarse,
ríen de todo, son desvaríos,
antes se agonta, ¡qué desenlace!

Se pasan las tardes conversando,
agujetas y algún pequeño trance,
la pesca, los chascos y sonrisas.
Revivo en miradas fulgurantes.

-Parece aún que no han crecido,
siguen pareciendome chavales,
les veo todavía recogiendo,
los cebos que solían asquearles-.

Proponen cambiar de posiciones,
el sitio escogido, en los perales,
me pasman las ganas que les quedan,
traemos un festín, ¡qué petulantes!

Se pasan esa tarde toda entera,
aún siendo el final de ociosidades,
partiendo de allí mismo una de ellas.
gozando hasta el fin de esos lugares.

Ahora que ya partieron todas,
de nuevo pretendo reanimarme
y quedan vacías las entrañas,
de la vida son sus aspirantes.

Recojo sus avíos y veletas,
los libros, fotos, curiosidades,
la ropa de cama y los abrazos,
los besos quisiera retornarles.

Ahora como entonces en la espera,
temblando en lo incierto, tan distantes,
aguardando de nuevo hoy en casa
en presente con bellos rituales.

Les tomo de la mano en el paseo,
asienten a pesar de ser ya grandes,
caricias que nacen sin pedirlos,
en mi hombro apoyadas, acunándose.


Ágeles Sánchez Gandarillas ©
San Vte. de la Barquera-Francia-Gijón.
7 de agosto de 2010

5 comentarios:

Anónimo dijo...

mas me parece un romance...
deberias intentarlo..????

abrazos

VERONICA

Anónimo dijo...

MI HUMILDE OPINION,

Les tomo de la mano en la calle
asienten a pesar de ser ya grandes
abrazos que nacen sin pedirlos
en mi hombro apoyadas y acunarse

en el ultimo verso conjugas mal apoyadas y acunadas deberia ser...
creo que podrias mejorarle.
con otra rima.

besos

V

Anónimo dijo...

Girones del alma se te escapan
tras las hijas que regresan a su vida.
Canciones de amor que les manda
esa madre que tienen poetisa...

Anónimo dijo...

Gracias J.Veo has despuntado con estas artes, son pequeños, pero son de poeta. Eres la monda.Lns

Anónimo dijo...

Madre preocupada, que nunca dejara que sus hijas vuelen solas fuera del nido,ella siempre las va a proteger.