lunes, 26 de julio de 2010

MIS MUSAS

Querido Jesús, esta mañana al abrir susurros barquereños para ver lo que había de nuevo escrito me he sorprendido, al encontrarme tus definiciones sobre las musas,la verdad que esta vez tengo que decirte que no me has preocupado, ya nos vamos conociendo y después de varios sustos con tus palabras hoy las he leído con una sonrisa.

He de decirte que me parece bien que opines lo que te parecen a ti esas “señoras”, como tu las llamas, y además lo haces espléndidamente como siempre, pero yo creo que existen y las necesito para escribir; si tuviera tanta sabiduría y experiencia como tu, a lo mejor no las usaría, pero como ves las preciso para describir las palabras que sin ellas no surgirían.

Te contaré que a veces las llamo, no me responden, ellas, caprichosas, se esconden y me dejan sin inspiración, pero hay momentos que sin esperarlas aparecen y me desbordan con ideas que intento plasmar en el papel, pueden ser algo burlonas y en ocasiones me atiborran con frases incoherentes que debo de colocar para que lo escribo se pueda leer.

También te diré que no son siempre ellas las que me hacen escribir, hoy por ejemplo han sido vuestros escritos, el tuyo y el de Foncho los que me han hecho sentarme a emborronar cuartillas, porque vosotros hacéis que al leeros me apetezca escribir; sí no pongas cara de asombro pues también sois fuente de inspiración, así que os puedo llamar mis “musitos” particulares, es curioso pero aunque no lo creas me animáis con vuestras historias a escribir.

Pero la mas especial es una que aparece por las noches y me embauca con palabras caprichosas, me incita a escribir, me anima, y susurra bellos poemas, la espero ansiosa y me dejo llevar por su estela.

Aunque lleva un tiempo distante y lejana debe ser por los calores veraniegos que la afectan, como a mi, y aunque la invoco a menudo se resiste a aparecer, así que hoy me he puesto a escribir sin ella, y verás que el resultado no es nada bueno, se nota que me falta, pero tenia ganas de contestar a tus preguntas lanzadas al aire y por eso me he decidido.

He de decirte que aunque no me creas mis musas particulares si me inspiran, algunas veces gratamente y otras, como hoy, que se han olvidado y me han dejado sin sus palabras, pero bueno no todos los días sale el sol, así que con unos nubarrones acechándome he intentado contarte lo que a mi me sucede con ellas.

Veo de nuevo tu sonrisa picarona y no me importa que esto no haya salido demasiado bien, la realidad es que te quería contestar y aquí me tienes, para no variar tampoco esta vez me gusta lo que leo, y esperare pacientemente a que quieran regresar y embriagarme con dulces poemas, porque hoy aunque lo he intentando no me ha salido ni una estrofa.

Ya es muy tarde y mañana he de madrugar así que un poco desconsolada me iré a dormir, esperando que otro día pueda plasmar lo que “mis musas” me quieran inspirar.



Esa musa que no llega
Mi corazón entristece
Es caprichosa y osada
Y aparece cuando quiere

La llamo una y mil veces
Ella no quiere asomar
Y desisto de escribir
Pues no me quiere ayudar

Flor Martínez Salces ©
25-Julio-2010

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