lunes, 12 de julio de 2010

LA CAMPANA SONO DE NUEVO

Hoy la campana del reloj de la torre de la biblioteca ha oído tus lamentos y ha sonado de nuevo; tú escrito la ha echo despertar y no se resigna a estar en silencio hasta octubre; te ha visto triste, apesadumbrado y ha querido alegrarte, sacarte de esa presión que te asfixiÓ durante unos instantes.

Pero que sólo te duró unos momentos, pues tienes un carácter que haces que las penas se rían en momentos de angustia, sin saber por qué te embargaron por unos minutos la tarde del sábado.

Al leer tu relato me quedé sorprendida y para mis adentros pensé que no podía ser tuyo, nos tienes tan acostumbrados a disfrutar con tus palabras que de nuevo otra vez me dejaste preocupada, estoy segura que sonreirás cuando leas esto y pensaras que ya estoy de nuevo dando importancia a cosas que no la tienen, veo hasta tu sonrisa pícara y espero que me sueltes uno de esos dichos tuyos que me hacen sonreír.

Han pasado solo unos días desde la clausura de nuestro taller y ya estamos nostálgicos añorando regresar a disfrutar de esas tardes tan divertidas y llenas de cariño, este año la despedida ha sido diferente con sorpresa incluida, porqué ver tu cara cuando viste aparecer a María fue emocionante, sabemos, y tú no ocultas, ese cariño que sientes hacia ella, y todos celebramos que acudiera a nuestro último encuentro, en otra tarde especial y maravillosa, donde además tuvimos la suerte de disfrutar con un poeta que nos susurro sus palabras.

Después celebramos la despedida con un tentempié y un rato agradable donde nos reímos y nuestra complicidad queda patente en las fotos, otro recuerdo más en unas simples fotos que dentro de unos años volveremos a mirar con nostalgia.

Y ya para rematar esta clausura visitamos al día siguiente un lugar especial, donde el tiempo parece haberse detenido, y los muros de ese inmenso jardín, parecen dispuestos a contar su historia a través de tantos años pasados, otra vez quedan en imágenes, para el recuerdo, un gran numero de fotos de todos nosotros para la historia de nuestro Taller.

No se si te enteraste pero incluso alguien sugirió que se podía interpretar una obra de teatro escrita por nosotros, en ese entorno tan bello.

Creo que esto ya seria un poco más difícil aunque en nuestro Taller hay mucho talento escondido y seguro que haríamos una obra magistral, pero bueno esas son ideas lanzadas al viento, que junto con las ilusiones ahí queda también reflejado, y a lo mejor algún día nos animamos y hacemos realidad esta idea.

Como ves Jesús me he sentado a escribir como nos sugeriste, pero vuelvo a leer lo escrito y me parece que me ido por los cerros de Ubeda, jajaja, las musas con este bochorno se han vuelto locas y disparatadas y no se si al final le mandaré al profe este escrito para que lo cuelgue en Susurros, púes creo que no tiene ni pies ni cabeza,pero lo único que tengo claro es que te lo quiero dedicar, pues no quiero que estés triste, que sepas que al día de hoy yo también añoro el Taller y nuestros encuentros, y al ver esa sala vacía todos los días, os evoco, siento vuestro cariño, ese que nos ha unido a través de las palabras y las emociones.

Espero que subas algún día a visitarme y charlar de estas cosas que tanto nos unen y compartir un rato agradable aquí arriba, donde tantos de nuestros sueños se han hecho realidad.

Porque hoy la campana ha vuelto ha sonar para que tu nunca mas vuelvas a sentir tristeza.

Flor Martínez Salces
11-Julio-2010

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acongojado, o acojonado, o quizás las dos cosas a un tiempo fue el resultado de encontrarme con tu inesperada y cariñosa carta. Como decía Nardo el de Caviedes, eres la "ontia", Flor. Creo que me sobreestimas y no se porqué. Por denro todos estamos llenos de miserias. Yo a vosotros, a todos, os quiero un montón. !Viva el Taller de la Escritura! Ah, que no estoy trite. Lo que escribí fue solo una "puesta en escena" para ambientar mi relato.¿No ves que somos escritores? Un abrazo.