sábado, 3 de abril de 2010

LA REINA EN CARREJO

¿Recuerdas Jane que te comenté en su momento de aquella conferencia que se daría en el Museo de la Naturaleza de Carrejo?, pues bien ya que se nos puso cuesta arriba el ir juntas, con gusto te contaré aquellas dos horas y media que me parecieron poco; nadie quería irse de allí, todos deseaban saber más, los que estaban al tanto del tema y los que lo desconocíamos que éramos un montón, todos movidos por la curiosidad por este personaje regio en cuestión.

Carrejo pertenece a Cabezón de la Sal, su capital municipal, está a casi 1 Km., por tanto dista de nosotros apenas 12 minutos. Fui un poco antes para conocer esta población, quedé asombrada de tanta casa tipo montañesa como contiene, casi todas amuradas y guardando un terreno dedicado a jardín u otros aspectos prácticos. Casi cada entrada a estos posee una portalada interesante, en muchos casos con escudos familiares bien conservados.

Las casas antiguas, se encuentran en un estado admirable pareciendo recién construidas, es más las recientes han conservado altura o aspecto en consonancia con ellas incluso los muros que tuvieron, respetando hasta el “sumun” del conservacionismo. Denota la raigambre del lugar y se puede valorar a todas por igual, por su valor artístico, barroco, nobiliario y popular.

Empezaré por el hoy asilo de la Sagrada Familia, en tiempos fue mi colegio de bachiller, así que algo recuerdo de lo vivido en su interior. Es un edificio con su parte central de la fachada al este, neogótica, una espadaña pequeña, pináculos, ventanas grandísimas alargadas y acristaladas. Tiene una gran finca limitada con muros, su entrada en piedra de sillería, como toda la construcción, posee un pórtico como puerta de acceso en el mismo estilo, con tres alturas en las que el último es abuhardillada y construido en el siglo XIX.

Resaltaré solo algunas de las edificaciones más que nada, por volver para seguir admirando todas las demás.

Otro edificio es la neogótica Capilla de la Inmaculada, mantiene externamente una estructura maciza, recogida en un entorno guardado por rejas, un campanario con abundantes y estéticos relieves que no sé datar en el tiempo. Se une a ella una casa montañesa por medio del patio enrejado a este edificio religioso, parece que su parte central es algo más antigua que el año 1.881, esta flanqueada al norte y sur por galerías de ventanales. En su fachada izquierda se ve un escudo con yelmo central, dos leones humanoides de cabeza coronada y campo acuartelado rodeado de bordura de dos armas.

La que más me llamó la atención fueron las columnas en madera de una casa del siglo XVI, con muros laterales de mampostería y un zaguán que protege la entrada, tiene un arco de medio punto, franjas o dovelas, detalles que con el día claro se admiran aún más. Las ventanas son cuadradas, el adorno de una de ellas en el marco que la rodea bellamente, se denomina alfiz, hoy esta cegada; hay otra que da a la huerta rodeada y flanqueada de moldura semicircular en su rededor, liso, que los estudiosos denominan dinteles y boceles.

He visto una finca remodelada con reciente portalada y rejas guardianas, parece arquitectura rural, dos alturas, tiene en el piso superior una especie de balconada, flanqueada y defendida de los vientos, en sillería al igual que la fachada, tres arcadas o arcos que mantienen enhiesto el soportal. Data del siglo XVIII pero tiene un añadido reciente.

De lejos descubrí otra casona con portalada, quisiera verla pronto, porque entre la ya casi oscuridad y sus altos muros, apenas pude. Esta entrada es más baja pero con igual interés, parecen dos viviendas con mampostería, esto quiere decir que están trabajados manual y cuidadosamente, con materiales de calidad, sin defectos, colores uniformes que dejan una estética agradable. Se utiliza para las estructuras, en algunos casos puede estar sin barro u otra argamasa y se les denomina mampostería en seco. Es una forma de construcción rural y tradicional.

Tengo en mi retina aún una entrada flanqueada por muros y rejas que seguramente dio paso a alguna vivienda de grandes dimensiones, entre pilastras rehundidas, (similares a las de la entrada de nuestra ermita de la Barquera). Se yergue en otra altura con un escudo grande que revela la presencia de sirenas y leones, con el yelmo, (casco), en su centro y cúspide, en su campo tres armas. Posee una cruz de piedra en lo alto y en los extremos bolas herrerianas, (estas bolas se repiten en dos de las entradas ya referidas, al igual que la cruz), se dan en el último tercio del XVI, pero aquí se instalan en estructuras del XVIII.

Cruzando la carretera encontramos un molino que se usó para la molienda del maíz y se dice que es el primero de río en Cantabria, tiene referencia al siglo XVIII, visita guiada donde nos reseñaran con detalles su funcionamiento. Dos juegos completos de ruedas, las tolvas, el instrumento tipo grúa para levantar y cambiar las piedras, el celemín o la maquila para las medidas, en buen estado de conservación y como definían los molinos de entonces, mis parientes.

Ya sin tiempo y sin iluminación, me fui acercando al Museo de la Naturaleza, está ubicado con una plazoleta frente a su entrada al sur, limitada por los muros de otras casas. Se la denomina La Casona pero produce la sensación de palacete, es estilo barroco aristocrático del XVIII, podría parecer la casa montañesa pero impresiona su tamaño, la balconada es grande, protegida por este y oeste de un cortaviento en sillería y la pared de la capilla.

La baranda es de hierro, todo descansa por una entrada cubierta en la misma dimensión sostenida por cinco arcos, parecen soportales más que una entrada. El alero tiene cornisas con ligeros remates, abajo en piedra y arriba en madera; nuevamente aparecen las columnas rehundidas en ambos pisos. En la entrada con dintel se pasa a una escalera sorprendente de dos accesos, preciosa, con adornos y remates muy dignos, es una belleza arquitectónica.

Su actividad como museo acertado, completo, atractivo, eficiente, incluyendo interactividad, visuales e informaciones estáticas, está preparado de manera que los animales aparezcan en su entorno natural o hábitat, costa, ríos, alta montaña y bosque. Desde la mínima vegetación hasta cualquier insecto con sus colores y formas sorprendentes, un ecosistema en reducido tamaño pero completo, es un autentico placer que instruye.

Es curioso, los escudos están en la pared del muro frontal, donde igualmente tiene entrada por un sexto arco también de medio punto a la solana. Allí pude distinguir el yelmo con adornos vegetales y tres armas, ya no diferencié mas detalles pues la oscuridad reclamaba su sitio. Toda esta casona está soportada en piedra de sillería o sea piedras labradas y cuadradas, puestas unas sobre otras muy juntas entre sí.

Descansa la parte triangular del tejado o hastial en la pared de la capilla y sacristía, más alta y en la que su puerta de acceso es el octavo arco. Tiene la espadaña flanqueada por las bolas herrerianas y la cruz en el centro, en estilo barroco. Dentro la bóveda de crucería tipo gótica, nervada y reforzada, sencilla y preciosa, en alto lo que fue la zona del altar como siempre en dirección occidental, hacía Jerusalén. Hoy es un espacio no sacralizado convertido en salón de actos, que es donde se desarrolló esta conferencia sobre… Las abejas y su reina.

Sí, eso nos lo explicaban dos maestros que llevan unos 30 años en ese quehacer, era su entretenimiento. En principio disfrutaban en el medio natural, autodidactas en apicultura, comenzaron con unas 3 ó 4 colmenas alcanzando la cifra de 50, hasta el día de hoy que son 200. Han derivado esta afición a fines productivos, pero además su investigación y curiosidad, llevados por ese sentido que también prevalece de educadores, en un aula-museo “La casa de las Abejas” en vivo. Está en Poyales del Hoyo (Ávila), donde se pueden observar las abejas en acción, adaptación, organización, reproducción, defensa, alimentación, convivencia y dedicación a favor de la comunidad.

Tienen además 6 colmenas naturales de metro y medio aproximadamente, se ven colgadas como estalactitas en la parte de abajo del museo, inmensas, pacíficas pues nunca ha habido ataques o picaduras a los visitantes. Se aprecian en ellas las celdas y el devenir de las abejas obreras, también producen un sonido o zumbido constante e increíble. Tal es el peso que tiene que cayó parte de una, pero nada se desperdicia en el mundo de estos insectos, se encargaron de recoger lo estropeado, la cera y la miel, para su reutilización.

Se comportan como una sola pero son miles. Descubrieron de esta manera que reciclan, evitando un recorrido o trabajo baldío, dice el conferenciante que obtienen el alimento de otras maneras y productos que las conocidas, lo expondrá en otra conferencia pues es extenso y curioso.

Son expertos conocedores en apicultura, tienen visitas de investigadores, biólogos de todos los países, revistas científicas, que acuden a este Museo en vivo, han dado conferencias a cinco empresas que deseaban llevar a cabo reformas y mejoras con sus empleados, haciendo constar que se han enterado tan solo con publicidad boca a boca.

Observo que son personas tranquilas, relajadas, investigadores exhaustivos, estudiosos incansables sobre este oficio-afición, tanto como medio de vida como en forma educativa. Ellos son los que se dedican a elaborarlo, se les nota entusiasmo y ganas de seguir dando a conocer esta forma de vida social y pacifica de estos animales alados, conocidos desde los egipcios hace 2.000 años tan solo como recolectores.

Se utilizan en forma comercial desde hace 150 años, utilizando el panal móvil, el humo es un repelente para ayudar a manejarlas. Las celdillas suelen ser exagonales, con lo que aprovecha mejor el espacio, se reduce el recinto y el recorrido hasta ellas en un perímetro más cercano. Al principio fue redondo pero lo adaptaron para sus necesidades, quedó reflejado en restos fosilizados. Están contrapuestos en paredes, así refuerzan y aseguran, hay tres tipos de celda.

La de la reina es vertical y cónica de mayor tamaño, las demás son horizontales y la del zángano son más grandes. El resto se utilizan para las obreras.

En la naturaleza son indispensables estos laboriosos insectos, fecundan las flores para renovar año a año la vida, a la vez se ven recompensadas con el polen para la elaboración de su miel. Debemos de tener en cuenta que sin ellas, los productos vegetales por si mismos carecerían de fecundación, serían por aire siempre aventurero, insectos y aves, Sin ellas una tercera parte de la alimentación fracasaría al romperse la cadena de la vida.

Esta, igualmente es utilizada de nuevo por nosotros como alimento, es básico en su composición como nutriente. La miel nutritiva con vitaminas, minerales y potente energético. Otro importante y mítico es la jalea real, biológico rico en hormonas, proteínas y minerales.

El polen es consumido por las abejas para elaborar la jalea, es el alimento mas completo que existe. Tiene similitud con la leche condensada, alimento de la reina. El polen es transportado y alojado en una concavidad bordeada de pelos.

El propóleo es una sustancia con propiedades antibióticas, ellas lo utilizan para desinfectar, reparar agujeros, momificar cadáveres, el veneno utilizado en productos farmacéuticos, tiene acido fórmico y se emplea para el reumatismo, es anticoagulante, hemolítico y bactericidas, se utiliza en operaciones de corazón.

La cera utilizada de tiempos inmemoriales para velas, escultura, nutrientes de la madera, suelos; recientes investigaciones dan la posibilidad de crear productos cosméticos.

Hace 400 años los ingleses, en la colonización de América, fracasaron en ello hasta no llevar a las abejas; todo lo plantado moría con la consiguiente hambruna, pues eran productores, en ese lugar desconocido para ellos, era insuficiente servirse tan solo recolectando lo dado por la naturaleza. Era la forma de supervivencia de los nativos itinerantes del territorio descubierto, así que los cultivos eran baldíos por la infecundación de las floraciones. Fueron ellas las precursoras del éxito de aquella primera emigración polinizando sus cultivos, así sobrevivieron.

Los panales naturales se cuelgan u ocupan cuevas, árboles, huecos. Pueden ser 100.000, pero se comportan como uno solo, se guían por el olor de la reina, emana feromonas que pasa a todas, para el regreso, identificación del panal y reconocerse. La entrada al panal está custodiada por obreras como guardianes, pues otras o diferentes animales pueden intentar robar su producto.

Se han encontrado ratones, polillas de esfinge que llegan a medir 15 centímetros de envergadura, otros varios y grandes animalillos que no pueden sacar una vez muertos. Una vez muerto el ladrón en cuestión, van vaciándoles de las partes más blandas como los intestinos, pero otras son resistentes a su despiece, por tanto les embalsaman con la resina de propóleo, nos mostraron “in situ” una de estas mariposas gigantescas momificadas. Puede ser cualquier animal, cien veces superior en peso y tamaño a ellas así eliminan elementos indeseables y sucios, dejándolos apartados y asépticos. Retiran la suciedad y deshechos fuera del panal, son escrupulosamente limpias y ordenadas. Se peinan además de limpiarse.

Estos panales mantienen 34º de temperatura, con el frío se juntan más y con calentamiento en exceso, se separan y aletean dentro y afuera del recinto para que la reina y panal se enfríe. Lo hemos comprobado en el colmena transparente que trajeron. Al aproximar una luz para ver a la soberana alada, que está marcada con un toque de color para reconocerla o saber si sigue siendo la misma, al notar el calor pronto hicieron hueco ante ella, aleteando para refrescarla.

Este panal visible, es llevado de un lugar a otro, ellas salen a reconocer el terreno y buscar las floraciones del entorno, recolectan y siguen su trabajo normalmente. Las exploradoras hacen su trabajo, parecen tener un GPS natural sobre todo si hacen más de 3 km., en esta distancia y dirección, llevan una especie de mapa para guiarse. Las abejas que regresan comienzan su baile o danza, se desarrolla dentro del panal, dejando memorizado en las demás la zona a recolectar, entre ellas la famosa danza del ocho.

Demostraban que son animales pacíficos y que a pesar de estar en muchos lugares diferentes, jamás tuvieron problemas de picaduras.

Su ciclo biológico dura seis meses, pueden almacenar hasta 100 kgs. de miel en 60 días. Lo sobrante se utiliza para sobrevivir hasta la próxima cosecha.

Los machos reproductores o zánganos pueden llegar a 400. La reina pone hasta 3.500 huevos diarios, las 24 horas, con el frío baja muchísimo esta frenética puesta. Es el doble de un zángano, limpiada, alimentada por las obreras y come de su boca, su vida es de tres o cuatro años y sale unas 4 veces en su vida de su refugio dorado.

Pone sus huevos en celdillas limpias y vacías. El tiempo de incubación define cual será su cometido.

Obrera 16 cromosomas (21 días), son las que eligen a la reina y a las obreras, siendo organizadoras de esa, digamos empresa, viven 5 meses o son expulsadas o matadas. Retocan y hacen las celdas, alimentan también a las larvas, almacenan el néctar recolectado por otras especialistas, protegen y limpian, poseen dos estómagos, uno para su subsistencia y otro para los demás. Transportan agua también para tiempo caluroso.

Determina y cambia el oficio su edad. Tiene aguijón reconvertido del saco de huevos atrofiado, por tanto son infértiles, es arponado y se introduce en el enemigo, le es imposible soltarse por lo que muere siempre, al retirarla queda el aguijón prendido y aún sigue introduciéndose con impulsos por si mismo y administrando veneno; ella muere pues es una prolongación de su abdomen. Es defensora altruista y suicida, pero tampoco son todas a la vez las que pican, van poco a poco y siempre intentando que el enemigo se aleje; esto forma de perder menos miembros y de activar el mínimo esfuerzo. Vive una media de 85 días, pero según la época y necesidad cambia este ciclo.

En la avispa el aguijón es liso, por tanto sobrevive.

Zángano con 36 cromosomas (24 días), este es el encargado de expulsar en un día determinado del otoño a las obreras que mueren a la entrada del panal, no tiene aguijón y nacen sin ser fecundados.

Llegó un parásito o acaro que destruyó todos los panales naturales, se salvaron las de apicultura. Fueron atacadas por otra serie de enfermedades, acabaron con el 70% de Castilla-León, Almería. Si desaparecieran sería tan catastrófico como el deshielo de los polos.

La reina incubará 16 días, puede estar a acompañada de otras 30, la primera que nace busca a los demás y las mata a aguijonazos, este aguijón solo es empleado para esta función asesina. Emprende el vuelo de fecundación fuera, evitando la endogamia al encuentro de los fértiles zánganos ajenos a su panal.

Mientras crecen en sus cerradas celdas esta treintena de majestades, emiten una especie de canción. Cuando pusieron la grabación era sobrecogedor, recordaba en intensidad y fuerza a los patos cuando parpan o graznan, es similar a sus encuentros multitudinarios en las rías. Como no lo hacen a la vez, imprime un ritmo y hasta una actitud orquestada, aún no está claro la razón o importancia de este canto.

Tienen tres pequeñísimos ojos simples u ocelos y dos compuestos, estos son los que más espacio ocupan de la cabeza.

Existen mutaciones, ellos han llegado a ver y tomar imágenes de un zángano albino, verlo ha resultado interesante, tiene belleza. No le desprecian en esta organización, ocurre en su caso con otros miembros con problemas físicos.

La forma de vida del panal ha sido adaptada en algunas empresas, pues se manifiesta como la perfecta sociedad, donde la estructuración principal y más valiosa la entregan las obreras, artífices de que la empresa salga adelante. Este conferenciante ha sido convocado por grandes firmas, para que defina la política del panal, para conseguir en ella el mejor resultado. Autoorganización.

Llamó la atención esta observación. Manda el que manda, pero la base de toda sociedad es la mayoría, sin ella no funcionaría nada, cada oficio, cada entorno, tiene su razón de ser, todos necesitamos de todos. A los humanos nos falta la humildad de reconocerlo.

Ha sido esta jornada de lo más variopinta, de conferencia fueron pocas, aquellas dos personas eran un increíble tratado con piernas, curiosos y entendidos, al igual que esta abejas melíferas, ellos entregan su saber. Sus estudios e imágenes son valorados científicamente a nivel internacional.

Agradezco todos estos datos, diferentes, detallados y documentados.

Jane, creo que esta será una de las despedidas más dulces, lo del abrazo mejor dejarlo porque sería algo pringoso con tanta miel...


Ángeles Sánchez Gandarillas ©
San Vte. de la Barquera-Carrejo
2 de abril de 2010

4 comentarios:

Flor dijo...

Sabrosa miel que en tus letras ha quedado impregnada,otro viaje que hemos hecho contigo sin movernos de casa,asi da gusto,besitos

Anónimo dijo...

Pensé que nadie se atreviera a leer tanto, pero no contaba contigo. Tienes paciencia y te lo agradezco. Lns

Anónimo dijo...

Marilynn jamiapordios!! dime... ¿quien trabaja más, las abejas o tu? jaja

Gracias por recordarme en tus escritos. Besines


Jane

Nieves dijo...

Ángeles, acabo de leer un documento de la naturaleza, que me ha parecido tan interesante y es tan perfecto el relato, que he sentido por momentos que yo estaba dentro del panal viviendo con ellas.

Hay muchas formas de contar las cosas, pero desde luego no con el realismo que lo haces tú y esa forma tan perfecta de plasmarlo sobre el papel.

Conocerte es un lujo para mi.

Te felicito.

Gracias.
Nieves