No quiero palmaditas en la espalda
ni abrazo que no sea verdadero,
prefiero que me den una guirnalda
envuelta con cariño muy sincero.
Recuerdo aquella tarde en la Giralda,
tus labios susurraron un "te quiero",
llegabas tan preciosa con tu falda
y el rostro arrebolado de salero.
De pronto me abrazaste intensamente,
no supe responder como quería,
y luego te marchaste con el viento.
Hoy huyo del cariño tan ardiente,
pues creo que el amor es cada día
la forma de expresar un sentimiento.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/11/10
ni abrazo que no sea verdadero,
prefiero que me den una guirnalda
envuelta con cariño muy sincero.
Recuerdo aquella tarde en la Giralda,
tus labios susurraron un "te quiero",
llegabas tan preciosa con tu falda
y el rostro arrebolado de salero.
De pronto me abrazaste intensamente,
no supe responder como quería,
y luego te marchaste con el viento.
Hoy huyo del cariño tan ardiente,
pues creo que el amor es cada día
la forma de expresar un sentimiento.
Rafael Sánchez Ortega ©
25/11/10
2 comentarios:
Porque le niegas a tu alma
ese aliento tan sincero
y el abrazo con la llama,
con que ciñes el soneto
Nos vestimos de silencios
y olvidamos los susurros
olvidando nuestros rezos
y el sabor de nuestro frutos.
Soplan vientos en tus versos
no se olvidan los temores
con la fuerza de tus besos
ceñiras de rosas la noche.
un abrazo con octetos.
¡BRAVO!,
no hacía falta leer a nadie,
ni buscarlo entre libros resguardados,
tú lo haces perfectamente bien.
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